lunes, 30 de abril de 2012

Un diente en París

Imagen: http://es.paperblog.com/querida-775754





















Fue en uno de mis viajes a París por asuntos de negocios, donde conocí a Javier, tu padre. 
En aquella época yo tenía gran afición por escribir poesía y paseaba por aquella hermosa ciudad, en busca de inspiración, siempre que me lo permitían mis reuniones.
Me acompañaba Toby, el perro alsaciano que tu bisabuela me había dejado en herencia. Siempre incansable tiraba de mí y yo apenas podía seguirle. Fue gracias a él, por lo que conocí a tu padre.
Paseábamos por un campo y a mí me apetecía sentarme a descansar. Recuerdo estar a finales de Mayo y el día era magnífico; el cielo estaba despejado y era de un azul intenso, además corría una suave brisa que hacía que el calor fuese soportable. Yo estaba empezando a pensar que habría sido mejor idea ir a una terraza, en vez de utilizar mi único día libre para pasear...
- "Si es que... para un solo día libre que tengo..." - pensé -. 
Tan absorta iba en mis pensamientos, que Toby se impacientó y tiró de mí sin darme cuenta. En un instante, me encontré en el suelo y lo peor era que, ¡había alguien debajo! Sí, era un hombre que lloriqueaba sin cesar.
- "Pues no ha sido para tanto..." - me dije - y me fui levantando a la vez que me disculpaba: "Lo siento, lo siento de veras... ha sido mi perro... está mayor... yo..." - me interrumpí a mí misma cuando aquel  hombre quitó la mano de su boca y horrorizada ví que; ¡se había partido un diente! - "¡Mierda!" - pensé.
Y así fue como conocí a tu padre. 
Aquel mismo día, le acompañé al dentista y éste le puso una funda que le tapó muy bien su "defectillo". Trabamos amistad, supe que él también estaba en París por asuntos de negocios, y para tratar de recompensarle, le invité a merendar al día siguiente. Intercambiamos los teléfonos y seguimos viéndonos regularmente en España.
Quedábamos con excusas absurdas y creo que aquello hacía nuestros encuentros más divertidos e interesantes.
Tu padre siempre ha sido un poco gafe; en cierta ocasión me acompañó a ponerle una vacuna a Toby. La veterinaria puso al alsaciano sobre una mesa y le pidió a tu padre que le sujetase con firmeza. Toby empezó a ponerse nervioso y a ladrar. Mientras tanto, yo rellenaba un formulario y la doctora, sentada en su silla y guantes colocados, preparaba la inyección. Se levantó y fue acercándose a Toby, éste, en un ataque de rabia, intentó pegarle un mordisco a tu padre y así comenzó a la pelea. Se mascaba la tragedia... Tu padre terminó con un mordisco real y lleno de arañazos; Toby, de un salto, se escapó por la ventana y la veterinaria no hacía más que gritar:
- ¡Controlen a este perro! ¡Controlen a este perro! Cuando deje de ser una incógnita para tod@s vuélvalo a traer, mientras tanto no, ¿me oye señor?" - tu padre no sabía donde meterse...
A mí aquel espectáculo me pareció cómico y hasta me compadecí del pobre Toby, al fin y al cabo, su mordisco no había sido para tanto... apenas un mordisquitoo de nada... Pero he de reconocer que la peor parte se la llevo tu padre, así que para superar el mal trago, le invité a cenar tortilla, su plato favorito, y le regalé el simpático hipopótamo de peluche que aún hoy, preside tu cama.
Podía decirse que ya éramos pareja oficial, por ello, cuando aquella noche, terminada la cena, Toby lamió el mordico que le había pegado a tu padre, me alegré muchísimo. Aquello marchaba bien.
Luego pasó el tiempo, nos casamos y pensé que su mala suerte había terminado pero me equivoqué... sucedió poco después de mudarnos, cuando arreglando un armario, fue a colgar la última percha y la viga principal se cayó estrepitosamente aplastándole un pie. ¡Se tiró más de mes y medio en cama! Hija, ya ves... más tarde naciste tú y... bueno, esa ya es otra historia...

Nota de la autora: Este relato fue escrito por primera vez el 21 de Octubre de 1997, como ejercicio en la  clase de Lengua y Literatura de 4º de la ESO impartida por Marian Moreno, en el Instituto Isla de la Deva. El ejercicio consistía en lo siguiente: "Realiza una narración en la que entres las palabras siguientes [...] Condiciones: mínimo un folio, máximo dos, narrador protagonista, pon título a la narración, la narración tiene que tener sentido". He querido recuperarlo y salvo algunas cosillas puntuales, el resto, es fiel a la narración original. Le agradezco a Marian esas clases y la labor de Coeducación que lleva a cabo desde hace tiempo. Por todo ello, os invito a visitar su Blog: http://blog.educastur.es/marianmoreno/ 
Y además quiero citar unas palabras que aparecen en él "Educar en igualdad es una cuestión de ley". Siempre.

4 comentarios:

  1. Cuando alguien, en algún sitio recuerda una sola de tus clases es que has triunfado como profesora. Es lo que siento yo cuando leo entradas como esta, gracias, gracias, gracias. Marian Moreno.

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  2. Gracias Pay, he estado unos días fuera y no había leído tu comentario :)

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  3. ¡Las gracias tengo qué dártelas a tí, Marian Moreno! Tú lo inspiraste y de alguna forma, el subtítulo de mi blog "PORQUE ESCRIBIR ME CALMA NOS HACE LIBRES Y NO QUIERO ENTENDER OTRA FORMA DE VIVIR" fue naciendo y creciendo en aquella época y aquellas clases ;-) ¡¡Nos vemos en Septiembre!! (Nunca mejor dicho)

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