domingo, 25 de noviembre de 2012

25N Día Internacional contra la Violencia Machista y por la Igualdad

Hace unos días veía una película de Julia Roberts titulada "La sonrisa de mona lisa". La película transcurre en Inglaterra durante los años 50 y narra la historia de una profesora californiana, de ideas liberales que según la carátula intenta "En un mundo que les decía cómo pensar, ella les enseñaría a vivir". Este, es un pequeño fragmento que quiero compartir con todas las personas asiduas a mi blog. Luces, cámara, acción!

http://youtu.be/uChUq3nOgFM

Dicha escena termina con la rendición de la profesora ante sus alumnas, "(...) habéis ganado. Las mujeres más inteligentes del país... no me había dado cuenta de que, al exigiros dedicación, estaba desafiando... ¿qué decía? - refiriéndose a la carta - ¿qué decía? - lee - el papel para el que habéis nacido. ¿Es cierto? ¿El papel para el qué habéis nacido?
Y tras esto, silencio sepulcral.

Una podría pensar que se trata de una exageración citar dicha peli en pleno siglo XXI, en el año 2012. Las mujeres estudiamos, conciliamos vida familiar y laboral, elegimos ser madres y esposas, mantenemos conversaciones de diversa índole, luchamos por aquello que creemos, ocupamos puestos de relevancia... etc. Pero, de repente, sin  previo aviso, ¡oh sorpresa! Aprobado por una Ministra, nada más y nada menos, me encuentro el otro día con el siguiente cartel distribuido por el Ministerio de Salud, Servicios Sociales e IGUALDAD.





















Y rápidamente, cual flashazo, acude a mi mente la película de Julia Roberts y los carteles que ella enseña a sus alumnas y la frase que pronuncia "¿qué será lo que vean los eruditos del futuro cuándo nos estudien?"... Aquí tenéis una muestra. Que cada persona juzge y extraiga sus propias valoraciones. A mi me gustaría que estudiasen la lucha y la reivindicación de todas las personas por la erradicación de los malos tratos y por la Igualdad; no esto.

Personalmente, me muero de la pena cada vez que una mujer es asesinada supuestamente "por el hombre que más la quería". Me horrorizan los malos tratos. Y tiemblo cuando leo estadísticas sobre mujeres jóvenes que los soportan. Niñas de apenas 16 o 19 años que soportan el control y la humillación como si se tratase de un juego de pareja, que te dicen a la cara en los talleres de Prevención (las que menos afortunadamente) "Pero... ¿si te llama 20 veces al día al móvil es porqué le importas verdad?" y chicos adolescentes (y no tan adolescentes, porque este año he trabajado con chicos jóvenes de 25 años) que te siguen diciendo aquello de "yo no estoy en contra de los escotes, ¡si a mí me encantan! pero si fuese mi novia no me gustaría que los llevase, porque mis amigos la miran ¿sabe?" y etc etc..
Cómo leí hace tiempo en "Ni putas ni sumisas" (obra que recomiendo de Famela Amara en colaboración con Sylvia Zappi) y anoté of course: "Para preparar el complicado terreno en que habremos de movernos sólo nos queda un recurso, la educación [...] Lo que el feminismo puede aportar en este momento decisivo de la globalización es el recordatorio constante de los valores básicos y la capacidad que tienen las prácticas igualitarias para deflactar los fundamentalismos [...] la educación que como se ha dicho es un derecho, es también en los últimos tiempos un deber: las familias pueden ser vigiladas por el Estado para que cumplan con él [...]"

Escrito todo esto, me gustaría terminar con una reflexión personal acerca de las microviolencias, conocidas también como micromachismos. ¿Qué son? Pues ni más ni menos que pequeños, casi imperceptibles contoles y abusos de poder, cuasi  normalizados que los varones ejecutan permanentemente. Son hábiles artes de dominio que restringen reiteradamente el poder personal, la autonomía y el equilibrio psíquico de las mujeres, atentando contra la democratización de las relaciones. Dada su invisibilidad se ejercen generalmente con toda impunidad.
Para aquellas personas que se rasgan las vestiduras cuando hablo sobre feminismo y machismo, quiero dejar claro algo; esto no me lo invento yo, sino que me documento y estudio sobre la Violencia Machista, podéis encontrar más información en la publicación "La Violencia contra las mujeres. Prevención y detección" de las Directoras Consue Ruiz-Jarabo Quemada y Pilar Blanco Prieto (a la que tuve oportunidad de conocer en persona en el curso de PAJEPS, en Madrid, junto a un montón de compañer@s y profesionales maravillos@s...)
Volviendo a los micromachismos os pondré ejemplos; los hombres, por el hecho de serlo, tienen más derecho a la tener la razón, al uso de su tiempo libre y su espacio, a desimplicarse de las táreas domésticas y a la libertad. En detrimento de nuestros mismos derechos y nuestro aumento de disponibilidad total y RESPONSABILIDAD.
No es tan simple como yo lo he planteado aquí, pero para indagar tenéis distintas publicaciones, no mi blog. Yo no tengo la razón absoluta en nada y desgraciadamente, siendo sincera, he visto y vivido demasiadas injusticias, machismos y micromachismos a lo largo de mi vida. Cuando eres pequeña, lo vives de una forma, siendo adolescente de otra muy distinta y ahora, siendo adulta, te vas dando cuenta de más y más situaciones que las mujeres debemos afrontar pero necesitamos que los hombres se impliquen en esta lucha porque al final, es una lucha de LAS PERSONAS contra los malos tratos y la Igualdad. Y TODAS LAS PERSONAS perdemos cuando se ejecuta un maltrato. Y TODAS LAS PERSONAS perdemos cuando se comete una injusticia y se perpetúa la desigualdad.

Os deseo un Feliz Día Internacional contra la Violencia Machista y por la Igualdad. Un feliz domingo al fin y al cabo porque todos los días deberían ser este día. Y os pido algo. Si os suena haber vivido o haber contemplado algún tipo de machismo o micromachismo cercano, gritad SI en mi muro. Porque hacer invisibles las situaciones, lejos de solucionarlas, las empeora. De esta forma, seguiremos en la lucha de algo que sí existe.
Mararía

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