martes, 3 de abril de 2012

Marcos. Marca registrada.


Imagen: http://cyberlegalguide.com

Ocurrió hace bastante tiempo. Exactamente 4.380 días, 6 horas, 20 minutos y los segundos efímeros que se escapan al escribir estas líneas; cuando Marcos tiró la toalla llegó la marea y se la mojó entera. No solía tener mucha suerte cuando decidía actuar por impulsos. Como aquella vez en que decidió presentarse en casa de su novia por sorpresa, sin previo aviso, y se quedó sólo, comiendo los Nestlé etiqueta roja, mientras sentado en la acera, un perro le olisqueaba la entrepierna… ¡Ay Marcos! Qué mala suerte habías tenido entonces en el amor… Al año siguiente, en tu vigésimo cumpleaños, llegaría Dora. Muy diferente a “Dora la Exploradora”, esa adorable niña que, junto a su amigo Botas, tiene que ir a buscar algo que ha perdido o ayudar a Botas a cumplir con algo... Ese dibujo con formato de juego interactivo, cuyo angelical objetivo es la enseñanza amena del idioma inglés a peques de habla hispana… No, esa desde luego que no… Dora, tú Dora, esa aborrecible adolescente que, junto a tu amigo el “Moñas”, bajó a buscar costo al bar del Rulas y le ayudó a perder la virginidad en los lavabos del sótano, mientras tú esperabas en la puerta entreteniendo a los panolis que os iban a comprar una parte… (Panoli tú, y bastante) Esa curvilínea con pinta de modelo años cincuenta, cuyo perverso objetivo aquella noche, fue la enseñanza amena de un francés al “Moñas”, “porque estaba confundida… y no sé que me pasó…”. Ya…
En aquel momento, desengañado pero contento de haber sobrevivido a la odisea, (para que nos vamos a engañar), te dedicaste a llorar en femeninos hombros (tatuados en su mayoría, cuestión de moda), lo que ella y tu “mejor” amigo te habían hecho.
Fueron meses gloriosos en camas ajenas, aquello funcionaba a las mil maravillas… pero entonces, el “Moñas” pilló a Dora en un “mena sa trua” y la noticia corrió como la pólvora en la católica facultad de femeninos hombros tatuados… aquello fue el fin.

“Querido Marcos;
No eres soltero por casualidad. Tal vez eres una persona aburrida o inaccesible. Tal vez te comportes de una forma egoísta, lo que no quiere decir que lo seas, sólo que a veces tu conducta es así. Tu media naranja, la mujer que buscas, no siempre ha de entender lo que sientes y anhelas en cada momento, pero sí escucharte. ¿Le estás contando algo interesante querido amigo? Tu “personaje”, será la primera persona a quien tienes que vender, ese es el primer paso crucial para identificarte. Si eres soltero desde hace mucho tiempo, quizás existe algo incorrecto en el modo en que te comportas o te presentas a las mujeres que tratas de atraer. No puedes seguir empleando las mismas habilidades que no te han funcionado hasta el momento, debes examinarte a fondo. Quizás es una cuestión de higiene, de tener un pelo grasiento o mal aliento […]” - ¡Hasta aquí podíamos llegar!

(Continuará…)

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