viernes, 6 de julio de 2012

La curiosidad mató a la gata

Imagen: http://www.mundofotos.net/foto/marinesco/728556/playa-desierta
















Una vez me compré un bolso vintage años 40. Es azul marino, de tamaño medio y flexible. Tiene el asa corta, estupenda para usarlo como bolso de mano. Aún lo conservo, claro está.
Cuando me hice con él, estaba tan entusiasmada por conseguirlo a buen precio, que no me fijé suficientemente en las calidades. Así fue, nada más llegar a casa, me encontré con el forro interior rasgado... un pequeño agujerito apenas perceptible, pero sí lo suficiente para darme cuenta de que no era tan buena negociadora como me creía... El pequeño "descosido" alimentó rápidamente mi imaginación juguetona; " - ¡Y si me encuentro con una carta dentro! Bueno, una carta no... ¡pero quizá una nota...! ¡O una moneda antigua...! ¡O una pulserita...! ¡O...!" 
Y sí, comencé a hacer más grande el agujerito y ante mí atónita mirada, de allí comenzó a salir arena... y arena... ¡y cada vez más arena! De mi bolso vintage años 40, salió un montón de arena, os lo puedo asegurar. Arena fina y claro oscura. Arena para rellenar un bote vacío de mermelada. Arena de no sé qué playa, ni de qué país, de no sé qué momento, ni envuelta en qué circunstancias... 
Pero allí estaba. El retal de una historia. El instante de otra vida. Un fragmento desconocido y fantaseado ¿Tal vez un encuentro amoroso en una playa desierta con el bolso allí tirado? ¿Tal vez fue abierto apresuradamente para coger algo...? He dejado el agujero del forro sin arreglar. Me gusta así. La curiosidad mató a la gata. ¡Miau!


Nota de la autora: Hace un tiempo he terminado de leer "Una pasión Vintage" y pasó a citar unas frases de la novela: "Pero lo que más me gusta de la moda vintage... [...] es saber que contienen la historia personal de alguien. [...] Siempre pienso en las mujeres que llevaron esa ropa. [...] Pienso en su vida. [...] Porque cuando alguien compra una prenda vintage no compra solo tela e hilo; compra un retal del pasado de alguien. Dan asintió en silencio. - Que tú te encargas de traer al presente"
Fascinante Novela que recomiendo. Autora; Isabel Wolff

6 comentarios:

  1. Puede que la curiosidad mate a los felinos y las felinas, pero estoy seguro de que la satisfacción de descubrir.... ¡los revive! ;)

    ResponderEliminar
  2. jajajaja!!! Ahí me has dao !! Más razón q un santo... ;-)

    ResponderEliminar
  3. Que bonita historia has sacado de un aparentemente pequeño agujero :-)

    Me encantó.

    ¡Un fuerte abrazo!

    PD: Me apunto esa novela, gracias por la recomendación.

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantao a mí más tu comentario, te lo aseguro!!

    Un abrazo enorme Oski! pd. ya me contarás que tal la novela ;-)

    ResponderEliminar
  5. A mí me ocurre algo parecido con las mudanzas. Y con las habitaciones de hotel. Entrar en una casa nueva es imaginarme cosas ocultas en cualquier esquina. Buscar señales que me den una pista de las vidas de las personas que estuvieron allí antes que yo. Fíjate...en mi úñtima mudanza, Jaime y yo nos encontramos un babero en un cajón de la cocina =) Y lo conservo. Ese ya será nuestro. Lo mismo ocurre con las habitaciones de hotel. Me encanta abrir los cajones cuando llego, mirar debajo de la cama, registrar el armario....a ver si alguien se ha olvidado algo y la limpiadora no lo ha visto. Manías!! =)La magia de hacer tuyos los lugares nuevos =)

    ResponderEliminar
  6. Por cosas como estas, éste es de mis post preferidos.
    Empatiza bien con las personas; todas tenemos nuestras pequeñas manías y rituales. Y la curiosidad nos mata! xD

    ResponderEliminar