Me molesta la compasión. Acepto los estados de tristeza, la petición de ayuda, pasar por estados de confusión, melancolía latente e incluso, sentir rabia. Pero "exigir" compasión a los demás y auto compadecerse de uno mismo, me molesta enormemente [...]
Me parecen seres oscuros que no poseen afán de superación, y se recrean en ese constante y opresor sentimiento sobre el que giran y giran... Tan sólo buscan compasión y terminan llevándose consigo la energía vital del que se les acerca, la fuente que ellos no saben producir y necesitan, sin embargo, para seguir auto compareciéndose [...]
En cinco minutos, tu energía habrá pasado a un estado de letargo y la tristeza se habrá adueñado de ti. ¡Cuidado! Es como si el alma abandonase tu cuerpo físico en presencia de los oscuros, un abandono temporal durante el que te preguntarás como has llegado hasta allí y cuál es el motivo de tu aflicción repentina... esas cuestiones y algunas más te atormentarán, ¿acaso eras tú el necesitado de consuelo? ¿cómo te permites derrumbarte ante MI dolor?
Ninguna pregunta tiene respuesta aparente, pero lo que he aprendido, es que una vez pasada la tormenta, tu alma regresa intacta pero se instala en un cuerpo donde la energía ha sido tocada; día tras día, mes tras mes, año tras año - y cada vez necesitas más tiempo de reconstrucción
...y menos, para secarte
te tengo!!
ResponderEliminarnos vemos y gracias por la entrevista, fue muy divertida!