miércoles, 19 de mayo de 2010

Carta de la memoria



















A veces sientes que en tu interior las cosas no van bien. Sientes un vacío y un desasosiego difíciles de soportar. Tienes pesadillas, pasas el día intranquila y cuando se cierne la noche sobre tu hogar, la sensación de miedo aumenta.
¿Cómo describir este sentimiento? ¿Qué factores lo provocan?- muchas veces te lo has preguntado.
Quizá, y sólo quizá, todo haya comenzado el día que cruzaste la débil frontera entre adolescencia y juventud. No está bien delimitada, debería traer un manual de instrucciones, pero en vez de eso, sin previo aviso, sentiste el aplastante sentimiento de frustración, de miedo ilimitado, y de soledad, todo junto…
Porque de repente, entendiste que todos estábamos solos ante la vida, que los adultos no tenían respuesta para todas tus preguntas, que en ocasiones, estaban aún más perdidos que tú. Sufriste la certeza de la gran mentira contada, pero no quisiste creer en la inexistencia del ideal de vida y, en definitiva, todo fue duro y confuso durante varios años. Batallaste mil guerras perdidas de antemano, y finalmente saliste victoriosa por simplemente sobrevivir, pero… el dolor macerado pasa factura… y quizá esto sea un pequeño atisbo de explicación para tu desasosiego, no sé… no me pidas una explicación completa de golpe. Supongo que tiene que haber más.
Sin embargo, reconoce aquí y ahora, que has tenido una infancia feliz. De los adultos tú sólo has envidiado un par de cosas; los inquietantes y misteriosos besos en la boca y la elección propia de la ropa que vestían… pero nunca, y digo nunca, desde tu más tierna infancia, te han parecido seres privilegiados con vidas encomiables. Muy al contrario; estaban de mal humor, se gritaban, pasaban mucho tiempo en “eso” del trabajo y muy pocas veces - algunos dirías que nunca - se permitían disfrutar.
Siempre, demasiado cansados para todo lo remotamente divertido. Siempre, demasiado ocupados para perder el tiempo en cosas de niños. Nunca, nadie preparado para bajar la guardia, para tomarse un respiro…
Más bien, les has compadecido mucho. Te has preocupado por su infelicidad. Y no por la tuya.
Envidiabas lo que veías en la tele, pero tu realidad, era bien distinta. A los 11 años creías que con 17 serías mayor, al tener los 17 pensaste que con 20 serías adulta. Llegaste a los 22 y los 25 te parecieron una edad magnífica para tener tu vida planeada…
Y aunque ahora tenga bastantes más, y ya estés convencida de pasarte gran parte de tu vida tratando de alcanzar esa “plenitud”, no te asusta, ya ni siquiera te preocupas; ahora sabes que la felicidad se basa en construir el camino, y es en este instante – creo yo – cuando disfrutas de las pequeñas grandes cosas…
Y si esto es así ¿qué está sucediendo dentro de ti? Yo no tengo más respuestas… o quizá si, pero tú misma las has enterrado tan hondo que no siempre puedo recuperarlas. Perdona si en ocasiones se escapan atisbos de tristezas arrastradas pero, te diré algo, todo lo enterrado echa raíces, y terminará por subir a la superficie. Estate atenta. Y una cosa más, esto de hoy, es la presentación, tan sólo el prólogo, pero espabílate… porque hay una historia, ni bonita ni fea, que algún día habrás de contar.

10 comentarios:

  1. Has definido en pocas lineas al ser humano desnudo y a cara perro , me encanta .
    Estamos tardando en enseñar estos textos para que te publiquen , estamos tardando ¡¡¡
    Besosssssssssssss ;-)

    ResponderEliminar
  2. Voy a aplaudir hasta con les oreyes!!!Qué maravilla de textu...

    ResponderEliminar
  3. gracias¡ :) el grueso está escrito en 2004 pero ayer le metí un meneo y unos arreglos acorde a los años... jajajaja

    ResponderEliminar
  4. Simplemente EXTRAORDINARIO!!! Me ha encantado de la primera palabra a la última!!! DE LO MEJOR QUE HE TENIDO LA SUERTE DE LEERTE.... me quedo con ganas de mucho más!!!

    ResponderEliminar
  5. Una gran entrada. En mi opinión, hace tiempo que eliminamos el instinto de supervivencia que tiene todo animal y, por eso, sentimos tantos vacíos.

    ResponderEliminar
  6. Es cierto, cuando eres niño no entiendes ciertas actitudes y formas de actuar de los adultos (por no decir ninguna) pero aún así son como ídolos, como referentes. Pasan los años y de repente te das cuenta de que eres uno de ellos y descubres que no tiene tanto mérito y que no es algo tan divertido como parecía años atrás. Ahora eres tú al que mira algun niño y eso te llena de responsabilidad pero también de miedo. Y compruebas que, al igual que aquellas personas grandes y fuertes a las que admirabas cuando eras pendejo, tú también gritas, lloras, riñes y dices cosas sin ningun maldito sentido. Y lo peor, también disfrutas menos de lo que deberías.

    Este texto está emparentado con lo último que escribí. Por todo lo que hablas sobre la infancia y cómo se veían las cosas desde la niñez. No sé al resto de la gente pero a mi me pasa que nunca acabo de ser mayor. Siempre pienso que dentro de x años seré mayor y haré esto y lo otro y tendré eso y aquello y etc. Dicen que no dejamos de jugar porque nos hacemos mayores sino que nos hacemos mayores porque dejamos de jugar. "Y yo quiero seguir jugando" (Maestro Calamaro en Paloma)

    Estoy de acuerdo en que la felicidad se basa en construir el camino pero tambien en recorrerlo. Para qué construir algo que no vas a usar. No?

    A veces, en noches nostálgicas o tardes de palomitas, nos asaltan los fantasmas que hemos ido dejando en el camino (guiño, jeje). Y a veces es nuestro propio fantasma el que aparece, todo lo que pudimos, quisimos y deseamos ser y que no somos y nunca seremos. Eso es inevitable.

    Tengo una amiga que como tú también cree que estamos solos ante la vida. Y yo le digo que sí, que en parte es así. Que a pesar de amigos y familía a veces uno tiene esa jodida sensación de estar sólo ante el peligro cotidiano. A pesar de ello siempre termino pensando en aquello que escribió John Donne: Ningún hombre es una isla (1624, Devotions Upon Emergent Occasions). Eso me consuela.

    Bonito texto. Un saludo!

    PD: No digas eso de Llegaste a los 22 y los 25 te parecieron una edad magnífica para tener tu vida planeada… Y aunque ahora tenga bastantes más (...) porque haces que los de la quinta de Naranjito nos sintamos muy mayores!

    ResponderEliminar
  7. gracias moro¡¡ yo, de mayor me pido: seguir seguir jugando y construirme una familia utópica de gente kerida, parentescos aparte... lo demás, irá llegando¡¡ y por cierto, yo tb soy de naranjito, no hay problema... un@s canijos¡¡ ;)

    ResponderEliminar
  8. pues me ha sacado alguna lagrimilla (q palo q esta mi compañero aqui al lado jajaj). Te conozco desde hace 12 años, desde aquel dia en el que creiste q era la chica nueva, el mismo dia en el q otra compañera habia desaparecido misteriosamente...siempre has marcado una diferencia respecto a los demas, siempres has sido mas profunda y mejor persona q la gran mayoria de la gente a la q conozco, todavia conservo aquellas cartas que nos metiamos en el buzon del correo, los recuerdos de aquellas noches que dormia en la cama de al lado y cuando lo pase realmente mal como tu estabas a mi lado...todavia tengo esos recuerdos de una amiga a la que he querido y siempre querre muchisimo aunque por las circunstancias de la vida ahora te tenga lejos en la distancia y a la vez cerca en el pensamiento, por que aunque ahora no estemos la una la lado de la otra quiero que sepas que siempre me tendras para lo que necesites, solo tienes que marcar mi numero y ahi estare !!

    ResponderEliminar