sábado, 1 de mayo de 2010

Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos...

Imagen: Forges















¡Es increíble qué gracia me hace la doble moralidad de algun@s compatriotas con el tema de la inmigración en nuestro país! De forma resumida: resulta que "nos agobia" que "vengan tantos", percibimos una inmigración desordenada y fuera de control que nos afecta en varias cosas, y a consecuencia de ello, nos manifestamos de forma intolerante, hasta llegar a actitudes racistas o xenófobas... Pero hablo de doble moralidad, porque esas mismas personas, agobiadas por sus vecinos inmigrantes de escalera, tienen un doble rasero a la hora de aceptar y dar la bienvenida a los extranjeros; por ejemplo, parecen estar de acuerdo en la conveniencia de grandes y costosos fichajes de fútbol venidos de países tercermundistas... es decir, molesta que sean nuestros vecinos y que cultiven la patata o trabajen en la construcción, pero nos caen bien si vienen a traer la gloria a nuestros equipos...
Con esto, no quiero ni mucho menos, simplificar un proceso que por la velocidad a la que está cambiando, no ha permitido aún la elaboración de una respuesta política coherente, ni una legislación sólida, por poner un par de ejemplos. Además, de algo sumamente importante: la adaptación social que, tanto de una como de otra parte se hace imprescindible...
Lo que pretendo con esto, es una reflexión propia y cinco minutos de reflexión ajena, al respecto... No se trata de hablar a la ligera, ni adscribirnos a tópicazos sobre el tema. Se trata de informarnos de vez en cuando, buscar algún dato... ver alguna estadística... y, si nos interesa el tema, yendo incluso más allá, leer algún estudio sociológico (apto para todos los públicos). Lo que haga falta, con tal de no quedarnos en lo que nos dicen y desarrollar una actitud crítica y propia ante los problemas de nuestro siglo.
Yo he crecido rodeada de la opinión que he expuesto al principio. En concreto y por poner un ejemplo, algún madridista aférrimo al que en varias ocasiones he tenido que sufrir con estúpideces tales como "habría que sacar una pistola y matarlos a tod@s..." -vaya esto con mi respeto hacia los hinchas del Madrid por semejante personaje- en cuyo saco, la excepción era el goleador de turno que estuviese de moda aquella temporada.
Habría muchas anécdotas e impresiones para continuar divagando, pero creo que es hora de dejarlo por hoy. Estoy convencida de que la inmigración pide de tod@s nosotr@s una reflexión. Somos dos, las partes que hemos de hacer el esfuerzo por conocer y reconocer todo lo que esta ocurriendo y las diferentes identidades que se están formando en el camino.
Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos...

1 comentario:

  1. Tarea compleja la que nos propones...

    España que históricamente ha sido país de emigrantes, ahora por primera vez, comienza a verse "desbordada" de inmigrantes...

    No sé, es bastante complicado el tema... Te puedo decir que a mi me ha cambiado bastante la manera de pensar desde que vivo en Madrid. No tiene nada que ver este tema aquí que en Asturias...

    Quizá sea politicamente incorrecto pero pienso que debería comenzar a regularse algo que por momentos se vuelve un caballo desbocado. Créeme, visita el barrio de Lavapiés... Yo creo que es bastante necesario que se empiece a regular esto, porque desgraciadamente una manzana podrida acaba pudriendo al resto y la imagen de los emigrantes comienza a relacionarse con las mafias y la delincuencia... buff, tiene muchos matices la cosa...

    Evidentemente lo del doble rasero, creo que a todos nos pasa. En mi oficina hay 3 chicas, dos venezolanas y una colombiana, y son estupendas como personas... pero luego también están la sensación de pasar por calles de Madrid y ni siquiera sentir que es tu país... no sé es extraño! Y aquí podriamos hasta hablar del famoso "velo islámico"... pero ese ya es otro tema!! jejejeje.

    ¡¡Siempre dandole algo de alimento al coco!!! Se agradece!!

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