miércoles, 3 de junio de 2009

Desamor versus amor

Supongo que es lo que pasa cuando sales con alguien sólo por hacerte unas risas, que eso termina. Y si no sientes nada por esa persona en concreto empiezan a molestarte ciertos “detalles” que a otra persona pueden agradarle incluso, léase: llamar a todas horas del día, preguntar qué tal te ha ido, qué has hecho, dónde has estado… y todo empieza a molestar y a irritar, cuando quieres darte cuenta, todo lo que hace o dice está mal y te pasas más tiempo irritada que contenta…

Llegados a este punto, lo mejor es dejarlo enseguida, porque la relación se convierte en una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento.

También suceden estas cosas cuando lo que pasa en realidad es que estás enamorada de otra persona. Y si encima la otra persona tiene pareja y sabes que esta con ella en muchos momentos del día, tu mal humor y tu tristeza se incrementan por mil.

Sientes el corazón aprisionado y estás angustiada. Es como si el puño de alguien te estuviese apretando el corazón y dejándolo libre de forma intermitente. Lo aprisiona con el objetivo de que tú sientas esa punzada dolorosa y lo suelta, el tiempo justo para seguir funcionando, para seguir viviendo…

¿Por qué duele tanto el amor? Tú quieres a esa persona incondicionalmente y se supone que quieres su felicidad. Sois amigos, aunque en la práctica eso sea mentira, porque a su pareja le molesta (lógicamente) que su novio quedé asiduamente con la ex para tomar café… y aún así, tu le quieres. Y aunque sabes que es normal que os distanciéis porque cada cual tiene su vida y la comparte con otra persona, sigue doliendo.

Ves su coche aparcado fuera de una cafetería, y sabes que está dentro, con ella. Sabes que si atraviesas la puerta, podrás ponerle cara a tu fantasma. Pero también tienes la certeza de que sólo te harás más daño y que es mejor pasar de largo. Evitar ese encuentro en el que tú te conviertes en nada, y ella es su pareja.

El amor es muy complicado. Hace año y medio aproximadamente estabas agobiada por haber llegado a un punto muerto en vuestra relación. Dudabas del amor que sentías hacia él: ¿es amor? ¿Solo es cariño acostumbrado? ¿Quiero pasar el resto de mi vida con él?... te debatías entre mil preguntas y al final resolviste, dolorosamente, dejarle.

Dolorosamente sí, pero tampoco seamos hipócritas. En el declive de vuestra relación, también sentiste que podían gustarte otros chicos y que había que arriesgar para sentir otras emociones, ser valiente para dejar atrás la sensación de angustia y agobio
Y lo hiciste.

Es curioso como tras año y medio de reflexiones, de distintas experiencias, de mil y un relaciones sin relacionarse siquiera… de pronto; todas tus dudas se disipan, y ves con claridad que aún sientes algo por él, que sientes que le quieres… Que no es fácil querer a alguien, porque no has amado después que a él, o al menos, no de esa forma incondicional, que el cariño no es lo mismo que el amor… y que antes no estabas preparada para lo que narices sea este sentimiento de pertenencia, pero que en este momento, sólo te importa el presente, porque de todas formas, el futuro no se le asegura a nadie, pues nadie va asegurado por la vida. Que tienes que vivirlo ya, porque el tiempo va pasando, y ahí se queda. Perdido, atrás.

El caso es que ahora que lo tienes tan claro, te paras un momento a reflexionar y piensas: “ahora esta feliz con una chica, no puedo meterme en medio, no sé cuánto puedo ofrecerle yo que no le estén dando ya. Tengo que solucionar mis estudios, mi trabajo, mi vida… y una vez resueltas todas mis historias, ir directamente a por lo que realmente quiera”

Y una vez más, lo haces.

2 comentarios:

  1. atención! esto es un relato. vivo completa, loca y pérdidamente enamorada. pues eso... ;)

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  2. Me encanta la aclaracion en el post jejejejejeje
    Nena cuando sea rico te voy a editar un poemario
    Escribeme una letra y canta conmigo

    mil besos

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