lunes, 8 de junio de 2009

Entre visita y visita

Se despertó dolorida y extrañada.
En ocasiones no recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior. Nada. Y aquella desposesión de conciencia propia, le asustaba una fracción de segundos;
la intriga superaba con creces el miedo a lo desconocido.
Un par de marcas moradas en los brazos, y punzadas de dolor en las extremidades inferiores, suponían toda la "resaca" de la noche anterior. Y todos los recuerdos de las últimas ocho horas... nada.
La nada se abría una vez más ante Elsa; intrigante, desconocida, reiterativa...
"Mierda!" - pensó - "llegaré tarde otra vez a ese estúpido trabajo.

1 comentario:

  1. Nena este me encanta ...
    esta linea la clavas, tiene un rollo Carver

    Besos

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